Se suele mirar el presente a traves del pasado. ¿Que queremos decir con esto? Que las comparaciones son inevitables y la clasica frase "antes estabamos mejor" suele aparecer en todas las bocas al menos una vez, invocando un pasado tan perfecto como irreal.
Porque lo cierto es que el pasado no se diferencia tanto del presente aunque los comerciantes piensen que asi es. Y la razon de hablar de comerciantes aqui y ahora es porque son ellos quienes mas invocan, en medio de las crisis actuales, un pasado dorado donde, segun su vision, todo era perfecto, dorado, intachable, impecable.
Sin embargo, basta ver los registros de la epoca para darse cuenta que siempre existieron riesgos en los negocios y que la vida nunca fue facil para nadie. Ahora, si lo que se quiere es una vision mas profunda en vez de leer antiguos balances y aburridas estadisticas lo mejor que puede hacerse es ver la literatura de la epoca, un registro veraz de hechos y personas.
Y entre los mejores registros sobre la vida de un comerciante, sus penas, alegrias y pesares no hay nada mejor que el cuento "policial" del argentino Adolfo Bioy Casares, "Cavar un foso". En el cuento, dos jovenes compran un hotel y, al ver que el negocio no funciona como debiera,terminan cometiendo una gran desgracia que los persigue como los viejos fantasmas de Shakespeare hasta el desenlace final, mejor dicho: hasta el sorpresivo desenlace final.
La vision de Bioy parece señalar no solo que el crimen no paga sino que siempre debe optarse por el buen camino pero es obvio que un cuento siempre debe contar con una sorpresa final, una parabola para el lector y un ritmo que vaya increcendo pagina a pagina.
En la vida real, sin embargo, un problema como ese podria haberse solucionado de otra manera porque, mas alla de la imaginacion pavorosa de Bioy existe una empresa llamada Hostel Pime cuyo trabajo es ser los mejores asesores de turismo de toda España.
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