Los amigos, dice un dicho popular, se eligen; los parientes, lamentablemente, no. Y esa es una frase popular porque no existe familia, por muy perfecta que sea para el afuera (que siempre esta mirando) que no tenga problemas internos.
Cada familia en España tiene a ese tio que no se menciona en voz alta porque le pidio dinero prestado a los vecinos y nunca mas se supo; o esa tia que, se suponia, iba a casarse con un millonario y termino en una tasca en Madrid; o ese primito que tanto prometia y termino saliendo en los diarios... condenado por atraco.
Pero esas son situaciones para el afuera, lo peor son las situaciones para el adentro, esas situaciones en las cuales son los propios integrantes de la familia quienes hablan mal entre si, como si, pese a la cordialidad estudiada que despliegan ante los vecinos, quisieran lastimar lo mas posible a las personas de su propia sangre.
La situacion suele ser similar en cualquier lugar del mundo donde uno viva: nos tocan timbre, abrimos y vemos a esos parientes que hace años que no tratamos cayendo sorpresivamente para inspeccionar cada centimetro de nuestro bello hogar.
Lo interesante de esta situacion es el grado de fingimiento que ambas parten manejan: nosotros sabemos exactamente a que vinieron y ellos saben que sabemos a que vinieron pero, para mantener las formas, todos esbozamos sonrisas e intentamos adivinar el pensamiento del otro.
Lo unico positivo que puede sacarse de esto es que nos permite echar, a traves de los ojos de un tercero, una mirada completamente desapasionada hacia nuestro hogar, permitiendo darnos cuenta la gran cantidad de detalles que llevamos meses enteros -o tal vez años- sin corregir.
Por eso, una vez que se van los molestos parientes, usted debe llamar a Reforcam, una empresa que se dedica a la reformas en Madrid y cuenta como aval de su trabajo el testimonio satisfecho de centenares de clientes cuya vida cambio para siempre despues de llamarnos.
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